Los cuarteles son desafíos mayores y no dudamos los superarán, con tesón y abnegación, tal como protegen a la comunidad.
59 lecturas. | Miércoles, 22 de Junio del 2011Las comunidades de Millantú y Chacayal se encuentran entusiasmadas, en especial sus respectivas compañías de Bomberos. En sendos actos solemnes, realizados este mes, se pusieron las primeras piedras de los futuros recintos, que les brindarán una acogida más cómoda y digna.
La Séptima Compañía de Bomberos abarca un territorio de 40 mil hectáreas con 20 mil habitantes, con localidades como Millantú, Santa Fe y Virquenco, así como una serie de villorrios y una población campesina dispersa. El sábado, encabezados por el director de la Unidad, Juan Luarte y el superintendente de Bomberos de Los Ángeles Fernando Vivanco, se dieron cita en la Escuela F-924, para realizar la tradicional ceremonia de primera piedra. A casi ocho años de su constitución, cuentan con 22 voluntarios y tres aspirantes, además de un carro bomba llegado tras el terremoto. El paso siguiente lo están emprendiendo con mucho ánimo. La construcción se emplazará en un terreno de 2.500 mt2, cedido en comodato por Forestal Celco, por 30 años. Será un galpón de 150 metros cuadrados y la casa para el cuartelero, lo que esperan inaugurar en noviembre, fecha del aniversario del Cuerpo angelino.
Lo positivo es que no estuvieron solos los Caballeros del Fuego.
La ceremonia contó con la presencia del gobernador provincial, Renato Paredes; el director de Desarrollo Comunitario del municipio, Óscar Burgos y representes de la Policía de Investigaciones y Carabineros. Esto se debe a que la construcción del cuartel bomberil es posible por un proyecto regional post terremoto, postulado a través del Cuerpo de Bomberos, por 16 millones de pesos. Comprendemos el orgullo de su director, quien -al mencionar que “esta ceremonia simbólica consolida el funcionamiento de la Séptima Compañía, en que pese a la escasez de recursos y a muchas limitaciones hoy hacen honor a su lema Esfuerzo y Perseverancia”- testimonia el empeño de una comunidad por contar con tan preciado servicio y ahora con mayor calidad y comodidad. Como lo aseguró el gobernador “esta es una compañía de mucho esfuerzo que con tenacidad y perseverancia logró adjudicarse un proyecto para servir al prójimo, lo que es un ejemplo para toda la sociedad”.
Distinto procedimiento para el mismo fin emplea Chacayal, con 17 millones de pesos para el nuevo cuartel. Es una iniciativa emblemática de la Octava Compañía, la segunda en crearse espontáneamente en el sector rural de la comuna, tras la de Millantú. Se levantará la sala de máquinas para dos bombas, dos salas, una oficina, un baño y una sala de guardia. En este caso, la ejecución de este proyecto logrará financiarse gracias al esfuerzo incansable que han realizado mancomunadamente los 18 voluntarios y vecinos, los que efectuaron actividades para reunir los fondos necesarios. Felicitaciones para ellos, porque tal como surgió la compañía, de la propia comunidad, es el mismo vecindario organizado el que está permitiendo avanzar. Por ello, la satisfacción era tan grande, más cuando el superintendente confirmó que “dado al esfuerzo demostrado se les asignará prontamente un nuevo carro bomba, en reemplazo de la bomba provisoria”. El acto contó con la presencia del superintendente Vivanco, el director de la Unidad, Osvaldo Pulgar y la comunidad local, acompañados también por el gobernador provincial de Bío Bío, Renato Paredes, el alcalde Eduardo Borgoño y el diputado José Pérez. Coincidimos con el gobernador, para felicitar a “todos quienes han trabajado desinteresadamente por una obra que beneficiará a toda la comunidad del sector, la que además será construida con medios propios, junto a quienes deseen cooperar”. Es evidente que está vivo y muy brioso “este espíritu de los Bomberos de toda la provincia de Bío Bío, que entrega y sacrifica lo mejor de sí para ayudar y solidarizar con sus semejantes”, como concluyó.
Ojalá se siga trabajando en esta línea, tal como en la ciudad están empeñados los voluntarios de las compañías Sexta Bomba Chileno Alemana y la Novena de Paillihue. Los cuarteles son desafíos mayores y no dudamos los superarán, con tesón y abnegación, tal como protegen a la comunidad.
La Séptima Compañía de Bomberos abarca un territorio de 40 mil hectáreas con 20 mil habitantes, con localidades como Millantú, Santa Fe y Virquenco, así como una serie de villorrios y una población campesina dispersa. El sábado, encabezados por el director de la Unidad, Juan Luarte y el superintendente de Bomberos de Los Ángeles Fernando Vivanco, se dieron cita en la Escuela F-924, para realizar la tradicional ceremonia de primera piedra. A casi ocho años de su constitución, cuentan con 22 voluntarios y tres aspirantes, además de un carro bomba llegado tras el terremoto. El paso siguiente lo están emprendiendo con mucho ánimo. La construcción se emplazará en un terreno de 2.500 mt2, cedido en comodato por Forestal Celco, por 30 años. Será un galpón de 150 metros cuadrados y la casa para el cuartelero, lo que esperan inaugurar en noviembre, fecha del aniversario del Cuerpo angelino.
Lo positivo es que no estuvieron solos los Caballeros del Fuego.
La ceremonia contó con la presencia del gobernador provincial, Renato Paredes; el director de Desarrollo Comunitario del municipio, Óscar Burgos y representes de la Policía de Investigaciones y Carabineros. Esto se debe a que la construcción del cuartel bomberil es posible por un proyecto regional post terremoto, postulado a través del Cuerpo de Bomberos, por 16 millones de pesos. Comprendemos el orgullo de su director, quien -al mencionar que “esta ceremonia simbólica consolida el funcionamiento de la Séptima Compañía, en que pese a la escasez de recursos y a muchas limitaciones hoy hacen honor a su lema Esfuerzo y Perseverancia”- testimonia el empeño de una comunidad por contar con tan preciado servicio y ahora con mayor calidad y comodidad. Como lo aseguró el gobernador “esta es una compañía de mucho esfuerzo que con tenacidad y perseverancia logró adjudicarse un proyecto para servir al prójimo, lo que es un ejemplo para toda la sociedad”.
Distinto procedimiento para el mismo fin emplea Chacayal, con 17 millones de pesos para el nuevo cuartel. Es una iniciativa emblemática de la Octava Compañía, la segunda en crearse espontáneamente en el sector rural de la comuna, tras la de Millantú. Se levantará la sala de máquinas para dos bombas, dos salas, una oficina, un baño y una sala de guardia. En este caso, la ejecución de este proyecto logrará financiarse gracias al esfuerzo incansable que han realizado mancomunadamente los 18 voluntarios y vecinos, los que efectuaron actividades para reunir los fondos necesarios. Felicitaciones para ellos, porque tal como surgió la compañía, de la propia comunidad, es el mismo vecindario organizado el que está permitiendo avanzar. Por ello, la satisfacción era tan grande, más cuando el superintendente confirmó que “dado al esfuerzo demostrado se les asignará prontamente un nuevo carro bomba, en reemplazo de la bomba provisoria”. El acto contó con la presencia del superintendente Vivanco, el director de la Unidad, Osvaldo Pulgar y la comunidad local, acompañados también por el gobernador provincial de Bío Bío, Renato Paredes, el alcalde Eduardo Borgoño y el diputado José Pérez. Coincidimos con el gobernador, para felicitar a “todos quienes han trabajado desinteresadamente por una obra que beneficiará a toda la comunidad del sector, la que además será construida con medios propios, junto a quienes deseen cooperar”. Es evidente que está vivo y muy brioso “este espíritu de los Bomberos de toda la provincia de Bío Bío, que entrega y sacrifica lo mejor de sí para ayudar y solidarizar con sus semejantes”, como concluyó.
Ojalá se siga trabajando en esta línea, tal como en la ciudad están empeñados los voluntarios de las compañías Sexta Bomba Chileno Alemana y la Novena de Paillihue. Los cuarteles son desafíos mayores y no dudamos los superarán, con tesón y abnegación, tal como protegen a la comunidad.
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