Trabajando!!

Trabajando!!
En El Piñal (Foto Fraiban R.)

ATENCION MAQUINISTAS Y O CHOFERES DE VEHICULOS DE BOMBEROS

QUE TE HISISTES QUE NO TE VEO, SERA PORQUE ERES ROJO ROJITO ????
DONDE ESTAS CORAZóN, QUE NO OIGO TU MOTOR............

Alberto Tauber


EL SABER NO OCUPA LUGAR


En la vida, hay algo peor que el fracaso; es el no haber intentado nada.






CONDUCCION DE VEHICULOS DE BOMBEROS



De acuerdo a algunos registros, en los más de 150 años de Bomberos en Chile, 267 voluntarios han caído en el cumplimiento de su deber. Lamentablemente, casi un 25% de ellos fallecieron en accidentes de tránsito cuando se dirigían a emergencias, regresaban de ellas o realizaban prácticas en vehículos institucionales, incluyendo varias colisiones entre carros bomba, volcamientos y choques de estos contra otros vehículos o estructuras.

Las causas de dichos accidentes son variadas, pero comunes a las de todos los vehículos: fallas en el factor humano o material. Entre los primeros están los conductores, pasajeros, peatones y las restantes personas que participan de manera directa o indirecta en el tránsito. Y en lo segundo, los vehículos y el ambiente por el cual ellos se desplazan. Como es posible apreciar, las causas relacionadas con los vehículos y el ambiente, finalmente, dependen del hombre.

Por ejemplo, un accidente cuya causa se haya definido como “volcamiento del carro bomba por maniobra brusca del conductor ante bache en la vía”. La primera impresión es culpar a la Municipalidad por no reparar las calles, pero, ¿por qué perdió el control el conductor? La respuesta es simple: conducía a velocidad no razonable ni prudente para las condiciones de la vía.

Casos como el mencionado se dan a diario y evidencian lo mal que conduce la mayoría de los ciudadanos que tiene licencia vigente.

Basta con observar unos pocos minutos avenidas de tránsito intenso para darnos cuenta de las velocidades inapropiadas de los vehículos circulando, la conducción sin estar atento a las condiciones (hablar por celular mientras se conduce), omisión de la distancia segura de seguimiento, los cambios imprevistos de carril de circulación, el abuso de los aparatos sonoros, solo para mencionar algunas...

Si estas fallas se proyectan a la conducción de vehículos de emergencia, tenemos un gran problema que debe ser abordado a la brevedad.

El conducir un vehículo de Bomberos reúne una serie de variables que lo hacen uno de los casos más complejos, especialmente para el conductor voluntario que lo hace en forma esporádica:
· Vehículo pesado con motor diesel.
· Material y agua que le dan un peso superior a las 10 toneladas en promedio.
· Eventual traslado de personas (bomberos) que en forma inapropiada se van cambiando de ropa en el camino, sin cinturones de seguridad, de pie, asomándose por las ventanas (varios han caído con diversos resultados).
· Uso (y abuso en no pocas oportunidades) de sistemas de alarma visuales y sonoros que ponen nerviosos a muchos conductores.
· Presión del medio hacia el conductor para llegar rápido de acuerdo a información inicial recibida o ampliada en el camino (tipo de emergencia, personas atrapadas, propagación del fuego, necesidad de apoyo, entre otras).
· Falta de práctica específica en el vehículo por parte del conductor, debido a lo eventual de las emergencias.

Si suman a lo anterior las condiciones del tránsito, el resultado es una conducción con una alta probabilidad de accidentes. Es decir, acontecimientos que interrumpan el tránsito del vehículo hacia la emergencia produciendo daño al propio vehículo, conductor, voluntarios y a otras personas, vehículos o ambiente.

Con esto se pierde todo el sentido de la ayuda que Bomberos debe brindar, pues al accidentarse en el camino, lejos de solucionar el problema al cual se dirigía, generó otro, con todas las consecuencias de imagen y costos que conlleva.

Teniendo en cuenta los antecedentes antes expuestos, la ANB se propuso desarrollar un curso que entregara la mayor cantidad de conocimientos para complementarlos con las habilidades de los alumnos bomberos, de manera que se pudieran obtener conductores que guíen los vehículos en forma segura permanentemente.

Para esto, se hizo contacto con profesionales de las materias exigidas por la ley y se desarrollaron módulos con partes teóricas y prácticas, orientados siempre a lo que implica como disciplina la conducción de vehículos de emergencia.

· En Psicología del conductor se tratan los factores personales y del medio que influyen sobre la persona que guía el vehículo hacia una emergencia, dando recomendaciones para no ceder ante la tentación de hacer las cosas en forma incorrecta surgida por el estrés ni generar las condiciones para un accidente.
· El módulo Condiciones técnicas de los vehículos trata sobre las características de los vehículos diesel, diferenciándolos de los vehículos a gasolina en cada una de sus partes, funcionamiento y cuidados, inculcando la conservación y mantenimiento del material mayor para obtener plena disponibilidad y extender la vida útil con márgenes de seguridad aceptables.
· En la sección correspondiente a Normativa de tránsito, se hace un repaso completo a la Ley de Tránsito y sus correspondientes reglamentos, los que muchas veces se pasan por alto.

El dejar absolutamente claro que los vehículos de Bomberos deben respetar todas las reglas de tránsito, es tarea prioritaria del capacitador que dicta este módulo. Esto se hace imprescindible al observar la conducción de diversos vehículos de emergencia cuyos conductores se sienten con el derecho (sólo por propia percepción) de pasar lucen rojas sin disminuir la velocidad, cambiar de pista de manera imprevista, circular a velocidad no razonable y prudente de acuerdo a las condiciones de tránsito, circular contra el sentido del tránsito y varios otros.

La única prerrogativa en el tránsito que tienen los vehículos de emergencia es que pueden reanudar la marcha (implica detener el vehículo) ante discos “Pare” o luces rojas del semáforo, solo cuando se ha comprobado que los demás vehículos le han cedido el paso (¿cuántos vehículos de Bomberos hacen esto en las bocacalles e intersecciones al dirigirse a emergencias?)

A partir de lo anterior alguien podría argumentar: “¡pero con tantas restricciones, el carro bomba va llegar muy tarde a la emergencia!” Ante esto, solo podemos decir que la ayuda se puede dar únicamente si el vehículo llega al lugar. Si en el camino choca a otros vehículos, atropella a peatones, se vuelca, se caen bomberos desde la cabina u otros accidentes, no se puede prestar ayuda a la comunidad.

· El módulo Conocimiento del territorio geográfico se orienta a dar recomendaciones a los conductores para que puedan guiar los vehículos de emergencia en condiciones adversas o especiales, tales como pendientes pronunciadas, suelo resbaladizo por lluvia, nieve, hielo o similares, neblina, viento y, en general, situaciones que generan riesgo en la conducción.
· Por último, el módulo Seguridad en la conducción (que curiosamente es al que menos horas le da la ley) trata de crear conciencia y dar recomendaciones puntuales a los conductores para evitar accidentes como producto de la conducción. Además, menciona cómo actuar ante eventualidades del tipo reventones de neumáticos, encandilamientos, rotura de parabrisas y otras situaciones de emergencia en la vía.

También trata y analiza temas de vital importancia como la ubicación del material mayor en las emergencias a fin de proteger a las víctimas, rescatistas y el propio material mayor.

Para esto se realizan variadas actividades grupales entre las que destacan el análisis de imágenes de accidentes y conducción de vehículos de emergencia en nuestro país y el extranjero (sin identificar a ninguna institución), con la única finalidad de detectar los errores en la conducción y evitar su repetición por parte de los alumnos cuando conduzcan vehículos institucionales.

La conducción práctica debe realizarla cada alumno en su institución y en los vehículos que sea autorizado por el comandante correspondiente. Son 30 horas cronológicas que deben realizar cumpliendo condiciones que la ANB envía a cada Cuerpo de Bomberos que va a realizar el proceso. Esto es independiente de que algunos alumnos sean examinados en conducción práctica por instructores para comprobar su habilidad en el vehículo que conducirá en la institución.

Con todo lo anterior se pretende entregar una capacitación de calidad que marque la diferencia y sea un real aporte en seguridad para los futuros conductores de vehículos de Bomberos.

No se debe olvidar que los vehículos institucionales son nuestra cara visible y cada acción que ellos realizan son observadas por cientos de ojos desde la comunidad.

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