Un bombero de A Coruña donará sus testículos a siete policías
A pesar de que el bombero posee siete pares de huevos, los médicos le han recomendado que conserve al menos un juego, a lo que el funcionario se ha negado tajantemente, tal es su indignación. “Ya me saldrán más”, ha dicho.
Si todas las pruebas médicas son favorables, cuatro policías nacionales y tres locales podrían ser beneficiarios esta misma semana de un trasplante de testículos por parte de un bombero anónimo cuya única exigencia es que los agentes utilicen siempre sus órganos durante las órdenes de desahucio y en las manifestaciones ciudadanas contra los abusos del Gobierno. El trasplante, que la Seguridad Social se niega a costear, se financiará con aportaciones voluntarias de diversas asociaciones y plataformas cívicas.
Según ha sabido esta redacción, un juez de la Audiencia Nacional, cuyo nombre tampoco ha trascendido, se encontraría también en disposición de donar una importante cantidad de vergüenza a más de veinte magistrados de diversas provincias españolas. La transfusión de vergüenza, de casi veinticinco litros, no requerirá ingreso hospitalario aunque los médicos han recomendado al juez donante que no se lance en parapente desde el Annapurna hasta pasados diez días.