La Lógica de Einstein
Dos niños patinaban en un lago congelado de Alemania. Era una tarde nublada y fría. Los niños jugaban despreocupados.
De repente, el hielo se quebró y uno de los niños se cayó, quedando preso en la grieta del hielo.
El otro, viendo su amigo preso y congelándose, tiró un patín y comenzó a golpear el hielo con todas sus fuerzas hasta, por fin, conseguir quebrarlo y liberar el amigo.
Cuando los bomberos llegaron y vieron lo que había pasado, preguntaron al niño:
“¿Cómo conseguiste hacer eso?
¡Es imposible que consiguieras partir el hielo, siendo tan pequeño y con tan pocas fuerzas!
¡Es imposible que consiguieras partir el hielo, siendo tan pequeño y con tan pocas fuerzas!
En ese momento, el genio Albert Einstein, que pasaba por allí, comentó:
- Yo sé cómo lo hizo.
- ¿Cómo? – Le preguntaron.
“Es sencillo, respondió Einstein, no había nadie para decirle que no era capaz”…
“Dios nos hizo perfectos y no escoge a los capacitados, sino que capacita a los escogidos”.
“Hacer o no hacer algo, sólo depende de nuestra voluntad y perseverancia”.
(Albert Einstein)
“Hacer o no hacer algo, sólo depende de nuestra voluntad y perseverancia”.
(Albert Einstein)
CONCLUSIÓN:
Preocúpate más de tu conciencia que de tu reputación.
Porque tu consciencia es lo que eres, y tu reputación es lo que los otros piensan de ti. Lo que los otros piensen, es su problema.
Preocúpate más de tu conciencia que de tu reputación.
Porque tu consciencia es lo que eres, y tu reputación es lo que los otros piensan de ti. Lo que los otros piensen, es su problema.
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