TEXAS (Agencias).- El gobernador de Texas, Rick Perry, calificó de "seria" la situación y aseguró que se están destinando todos los recursos del estado para proteger la vida y la propiedad de los ciudadanos. El gobierno federal en Washington prometió medios adicionales para combatir el fuego. Los bomberos, respaldados por helicópteros hidrantes, luchan contra decenas de focos de incendios.
Los meteorólogos pronosticaron un debilitamiento de los vientos, que avivaron las llamas durante el fin de semana.
Texas vive su peor temporada de incendios, dijo un portavoz de la administración forestal. Por la sequía y las altas temperaturas más de 1.000 casas fueron destruidas desde noviembre.
Dos personas han muerto y cientos de casas han sido arrasadas por un incendio múltiple en el estado de Texas que ha sido avivado por los fuertes vientos de la tormenta tropical Lee.
Uno de los fuegos localizado a tan solo 48 kilómetros al sureste de la capital del estado, Austin, ha destruido cientos de casas y sigue avanzando sin obstáculos en una zona ganadera afectada por la sequía.
La portavoz del Servicio Forestal de Texas, Jan Amen, indicó que los bomberos siguen trabajando en la extinción de las llamas en el condado de Bastrop, donde el fuego ha destruido 500 viviendas y ha arrasado 25,000 acres.
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Según la cadena CNN, unos 5 mil residentes fueron evacuados en esa zona ya que otras mil viviendas estaban en situación de peligro, mientras cerca de 6 mil acres del parque natural Bastrop State Park ya han sido consumidas por las llamas.
El domingo por la noche se produjeron las primeras víctimas, una madre, de 20 años, y su hija de 18 meses, que quedaron atrapadas en su casa móvil cerca de la localidad de Gladewater, en el condado de Gregg.
El servicio Forestal de Texas ha identificado 35 focos en todo el estado, avivados por la baja humedad relativa y los fuertes vientos de Lee, que tocó tierra como tormenta tropical, pero que ya se ha debilitado a depresión tropical, apuntó el canal.
El gran incendio obligó al gobernador Rick Perry a abandonar el foro de los candidatos republicanos para representar a su partido en las próximas elecciones presidenciales que se celebra en Carolina del Sur.
Además, el siniestro no amenaza la capital local, de la que se ubica a 50 kilómetros (30 millas) y se desplaza en dirección contraria.
Sin embargo, el poder destructivo del fuego y su velocidad de propagación hacía que fuera inseguro combatirlo por tierra, dijo la portavoz del Servicio Forestal de Texas, Jan Amen.
"(El incendio) es un monstruo, no se le ha detenido nada", agregó.
Debido a esta situación, las autoridades estatales se disponían a enviar a toda prisa su flota aérea de bomberos, incluidos helicópteros de la Guardia Nacional, y cuatro enormes aviones cisterna. También traerán un avión cisterna de Dakota del Sur.
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